La clausura de 34 radios en Venezuela por el gobierno de Hugo Chávez este sábado sigue causando una ola de repudios en todo el mundo. El gobierno chavista justificó la polémica medida en presuntas faltas administrativas, y aseguró que continuará con las clausuras hasta cerrar un total de 240 radios y canales de TV.La organización internacional Reporteros sin Fronteras hizo pública su condena en un comunicado, que se puede leer completo en el sitio web de la organización, http://www.rsf.org. "Reporteros sin Fronteras protesta con fuerza contra el cierre masivo de medios audiovisuales privados, oficialmente por «razones administrativas»", inicia el texto. "Treinta y cuatro medios audiovisuales han sido sacrificados por capricho gubernamental", agrega RSF, entidad famosa en el mundo por defender a periodistas en peligro en lugares tan disímiles como Irak, Irán, Colombia y México. "En cualquier Estado de derecho, en caso de que se tuviese sospechas de que un medio de comunicación utilizase una frecuencia de manera irregular, se le habría avisado previamente del procedimiento abierto contra él", puntualiza Reporteros. Refuta así el argumento oficial de que las emisoras incurrieron en presuntas irregularidades que habilitan la quita directa y sin posibilidad de revisión de la licencia.En este documento, la organización se pregunta "¿aún es posible emitir la menor crítica hacia el gobierno bolivariano?"; a lo que se responde: "este cierre masivo de medios de comunicación considerados como opositores, peligroso para el futuro del debate democrático, sólo responde a la voluntad gubernamental de acallar las voces discordantes, y sólo empeorará las divisiones en el seno de la sociedad venezolana".El sábado el gobierno retiró la frecuencia a 34 radios y canales de televisión y declaró que 200 más seguirán la misma suerte. Según el ministro de Obras Públicas y presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), Diosdado Cabello, la medida se explica por razones técnico-administrativas. Los propietarios de los medios no habrían podido justificar su titularidad, según Conatel. Cabello aseguró que se busca "democratizar el espacio radioeléctrico".La medida, que se suma a otras del gobierno de Chávez que avanzan en la misma direc ción (ver aparte) también recabó el rechazo de otras organizaciones, tanto internacionales como venezolanas. "Estamos asistiendo al más importante dispositivo de restricciones con la libertad de expresión jamás establecido en Venezuela, sin precedentes en época de democracia", dijo, por ejemplo, Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público.La Asociación Internacional de Radiodifusión condenó la decisión y calificó de "autoritario" al gobierno del Chávez. En un comunicado hecho llegar a la agencia AP, la AIR expresó su rechazo a "el cierre de las primeras 34 radioemisoras de un total de 240 que el gobierno autoritario de Venezuela ha decretado que no reúnen los requisitos legales para seguir operando". La AIR, con sede en Montevideo, y que reúne a más de 17.000 radios y televisoras privadas de América, Europa y Asia, abogó porque el gobierno de Venezuela autorice de inmediato "la visita solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde el año 2002", y que el régimen chavista rechaza años tras año. Fuera de Cuba, es el único gobierno que rechaza este tipo de visitas, casi rutinarias para los demás países.
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