La visita al Parque Nacional Tierra del Fuego, en el año de su 50 aniversario, es una cita obligada para quienes llegan a la "Ciudad del Fin del Mundo".
Esta reserva tiene 63 mil hectáreas pobladas de un bosque frondoso y es la única área protegida del país con costas marinas y un típico paisaje glaciario con ríos, lagos, profundos valles y cordones montañosos, además de una avifauna diversa y fácil de observar.
Otras citas ineludibles son el Tren del Fin del Mundo, reconstrucción del viejo trazado que utilizaban los presos de la antigua Cárcel de Ushuaia para cortar leña, y las excursiones en catamaranes que parten desde el puerto para recorrer el mítico Canal de Beagle.
Si lo que se pretende es turismo de aventura, las opciones colman todo tipo de intereses y gustos: desde buceo hasta andar en cuatriciclo y desde cabalgatas hasta safaris fotográficos por la montaña, además de travesías en 4x4, canotaje y cicloturismo.
La ciudad también ofrece una variada agenda cultural con muestras, talleres, cursos y espectáculos artísticos y, para entretenimiento, el recién inaugurado Casino Club, donde también se puede cenar en un restaurante exclusivo y disfrutar de espectáculos de artistas nacionales.
Irse de Ushuaia sin haber probado un plato de cordero al asador sería casi un desatino, y una de las mejores combinaciones es darse el gusto rodeado de bosque de lenga, en el Centro Invernal Las Cotorras.
Unos pocos kilómetros más adelante por la ruta 3 está el Paso Garibaldi, desde donde hay una vista inigualable del Lago Escondido.
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