
Los controles de rutina se hacen para evitar los destrozos de estudiantes que hace pocos años se revirtieron gracias a las medidas de control y fiscalización en ómnibus y hoteles donde se alojan los jovenes, pero esta vez los agentes municipales debieron aplicar una excepción y postergar la inspección para cuando los alumnos del Instituto La Salle terminaran su viaje.
Los inspectores locales ingresaron el pasado jueves 4 en el hotel Flamingo, ubicado a 20 metros del Centro Cívico, con intenciones de realizar una inspección de rutina para verificar las condiciones de seguridad del establecimiento estudiantil y detectar si había bebidas alcohólicas o pirotecnia.
El custodio personal, un oficial de la Policía Federal vestido de civil, pidió que se postergara la supervisión, debido a que allí se alojaba la menor, según consta en el acta de inspección de la Secretaría de Turismo rotulada con el número 012893, a la que accedió La Nación.
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