La custodia de la hija de la presidente, Florencia Kirchner, impidió que se haga la inspección habitual en el hotel de Bariloche, donde se hospedaba con sus compañeros en su viaje de egresados.
Los controles de rutina se hacen para evitar los destrozos de estudiantes que hace pocos años se revirtieron gracias a las medidas de control y fiscalización en ómnibus y hoteles donde se alojan los jovenes, pero esta vez los agentes municipales debieron aplicar una excepción y postergar la inspección para cuando los alumnos del Instituto La Salle terminaran su viaje.
Los inspectores locales ingresaron el pasado jueves 4 en el hotel Flamingo, ubicado a 20 metros del Centro Cívico, con intenciones de realizar una inspección de rutina para verificar las condiciones de seguridad del establecimiento estudiantil y detectar si había bebidas alcohólicas o pirotecnia.
El custodio personal, un oficial de la Policía Federal vestido de civil, pidió que se postergara la supervisión, debido a que allí se alojaba la menor, según consta en el acta de inspección de la Secretaría de Turismo rotulada con el número 012893, a la que accedió La Nación.
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