
Por ejemplo, el Museo Nacional de Bellas Artes duplicó las visitas este último año, al alcanzar la cifra de 1.200.000 personas, mientras que el Centro Cultural Recoleta llegó a los dos millones, lo que representa 800.000 personas más que en 2007.
“Los museos han dejado de ser lugares herméticos o elitistas para abrirse a nuevas funciones y formas de mostrar lo que atesoran, acá y en el mundo”, dijo Diana Saiegh, directora del Museo de Arte de Tigre. “Son los nuevos refugios urbanos para contrarrestar la dosis de violencia de la televisión, la agitación urbana y la pérdida de valores reales”.
El Museo de Arte Decorativo contabilizó el año pasado 139.231 visitantes, contra 72.710, en 2007, mientras que el Palais de Glace incrementó su público un 30% en 2008, y llegó a 165.510 personas.
El 17 de noviembre hubo acceso gratuito a los museos y espacios culturales de la capital argentina y ese día el número de visitantes fue de 454.000, unos 40.000 más que en 2007, según datos de la Dirección General de Museos. (AP)
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