Cuando Brasil se despierta es difícil controlarlo. Y Estados Unidos lo sufrió en carne propia: el seleccionado norteamericano -que venía de dar el batacazo ante España- le estaba ganando 2-0, lo tenía al borde del nocáut, pero no supo rematarlo. El conjunto de Dunga mostró sus credenciales, dio vuelta el resultado y festejó en Sudádrica, a un año del comienzo del Mundial.
Brad Bradley, director técnico de los Estados Unidos, había parafraseado al presidente Barack Obama en la previa: "Yes, we can" (Sí, podemos) y su deseo casi se vuelve realidad. Dempsey abrió la cuenta a los 10 minutos de partido y Donovan -un histórico del seleccionado- la amplió a los 27 con una contra perfecta.En el complemento llegó la reacción verdeamarelha. De entrada descontó Luis Fabiano y él mismo fue el encargado de marcar el 2-2 parcial. A los 43 minutos, un cabezazo letal de Luisao, a la salida de un corner, decretó la remontada.El encuentro se disputó en el estadio Ellis Park de Johannesburgo, ante 62.000 espectadores. El conjunto de Dunga, que tuvo a todas sus figuras en cancha, retuvo el título logrado hace cuatro años en Alemania, cuando goleó 4-1 a la Selección Argentina que conducía José Pekerman.Brasil y Estados Unidos ya se habían enfrentado en esta Copa Confederaciones y la victoria también había sido para Kaká y compañía por 3-0. En el partido por el tercer puesto, España derrotó por 3-2 a Sudáfrica, el dueño de casa, y se colgó la medalla de bronce.
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