En la misma semana en la que se conmemora el 40 aniversario de las revueltas en contra de un registro de la policía en el pub neoyorquino Stonewall Inn, Barack Obama tuvo un gesto inédito en un presidente estadounidense, comer con 300 representantes de la comunidad homosexual para celebrar el mes del Orgullo Gay y del nacimiento de la lucha por los derechos de los homosexuales.Obama les prometió que durante su mandato hará lo posible para que el Congreso derogue dos leyes muy polémicas. Una que prohíbe el matrimonio gay a nivel federal y la otra, que los homosexuales presenten servicio abiertamente en el Ejército, consignó el diario español El país.Obama, que durante las elecciones atrajo un apoyo casi unánime entre los colectivos de activistas gays, se enfrentó recientemente a un creciente escepticismo en esa comunidad por su resistencia a tramitar la anulación de aquellas dos polémicas leyes, aprobadas con el respaldo de Bill Clinton. "Quiero que sepan que yo no espero ser juzgado por las palabras ni por las promesas que he hecho, sino por las promesas que esta Administración cumple", dijo el presidente. "Cuando este mandato haya acabado, creo que tendrán un buen recuerdo de la Administración de Obama", añadió.Los colectivos gays están presionando al presidente para que agilice la anulación de las dos leyes en el Congreso. Obama se comprometió este lunes, como ya hizo en la campaña electoral, a "acabar con la discriminación contra las parejas del mismo sexo en este país". "Les agradezco todo el trabajo que hacen día a día en el propósito de la igualdad", agregó. El presidente pidió paciencia a un grupo que se mostró crítico en las últimas semanas.
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