
Según la Protección Civil italiana otras 250 personas murieron en el terremoto acontecido la madrugada del lunes, que también dejó "algo más de 1.000" heridos, cien de ellos en estado grave.
El martes por la noche se sintieron más réplicas del terremoto en L'Aquila. La más fuerte de ellas fue de 3,7 en la escala de Richter, según el instituto de geofísica y de vulcanología italiano.
Por su parte, el papa Benedicto XVI anunció este miércoles que "apenas sea posible" visitará la región del sismo, al dirigirse durante la audiencia general en la plaza de San Pedro a las poblaciones afectadas por el desvastador terremoto. "Queridos, espero apenas sea posible ir a visitarlos. Sepan que el Papa reza por todos e implora la misericordia del Señor para los difuntos, y para los familiares y sobrevivientes pide la consolación materna de María", anunció.
El jefe de la Iglesia católica elogió la labor de los socorristas, autoridades y voluntarios así como la "solidaridad" demostrada hasta ahora "para superar juntos pruebas tan dolorosas".
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