Más de la mitad de la población activa mundial, es decir 1800 millones de personas, trabaja en negro, una cifra récord que podría provocar un aumento de la pobreza en los países emergentes, según advirtió tras un estudio la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Un total de "1800 millones de individuos, es decir más de la mitad de la población activa mundial, trabaja sin contrato de trabajo ni beneficios sociales. Esta cifra aumentaría para alcanzar en 2020 a los dos tercios de la población activa" e incluso más si se agrava el impacto de la crisis sobre el empleo, indicó el estudio. "En los países en desarrollo donde la indemnización por desempleo no existe, aquellos a los que la crisis financiera priva de su empleo declarado se ven obligados a aceptar empleos informales", señaló la OCDE, según pudo saber el diario La Nación, al explicar el nivel récord alcanzado actualmente. Aparte de la actividad agrícola, el trabajo informal representa tres cuartos de los empleos en Africa Subsahariana, más de dos tercios en el sur y el sudeste de Asia, la mitad en América latina, en Medio Oriente y en Africa del Norte y casi un cuarto en los países en transición, según el documento. Sobre las consecuencias del boom del trabajo informal, el estudio señala "salarios e ingresos más bajos en los países pobres", en momentos en que 1200 millones de trabajadores informales ya viven con menos de dos dólares diarios. Las mujeres, los jóvenes y las personas mayores "serán particularmente afectadas", estimó la OCDE, según la cual los bajos salarios y la ausencia de protección social disminuyen las posibilidades de alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio, fijado por la ONU, de disminuir la pobreza a la mitad antes de 2015.
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