Una performance con una mujer inmersa en una bañera con agua color sangre rodeada de conejos de cartón buscó hoy concientizar a los porteños que pasaban por la esquina de Diagonal Norte y Florida respecto de los 300.000 animales que mueren anualmente en el mundo utilizados en el testeo de los productos cosméticos y de higiene."Unos 300.000 animales siguen siendo objeto de experimentación por parte de la mayor parte de empresas cosméticas y de higiene, a pesar de que estos métodos fueron descartados por las universidades más prestigiosas del mundo", dijo a Télam Verónica Cerrato, responsable de Anima Naturalis en Argentina, la Ong que organizó la singular protesta en la esquina porteña.La organización española, que tiene filiales en Argentina, Chile, Colombia, España, Ecuador, España, México y Venezuela, se moviliza detrás de una idea: "¿Cuántos conejos mueren detrás de unas buenas pestañas o de un pelo brillante y lleno de vida?".Es que según la Ong, la empresas que fabrican rimmel, sombras para ojos, champúes y cremas de afeitar, entre otros muchos productos, prueban el grado de toxicidad de sus artículos en animales, "porque es el método tradicional o por cuestión de costos", explicó Cerrato."La irritación puede ser tan extrema que los animales desarrollan úlceras y quedan ciegos", describió otra integrante de Anima Naturalis, Mónica Carnovale
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