En una rueda de prensa conjunta con el presidente haitiano, René Préval, Sarkozy anunció que destinará 270 millones de euros en dos años para apoyar la reconstrucción de Haití y que condonará una deuda de 56 millones de euros que había contraído la isla caribeña con París, informó la televisora española RTVE.
Durante su visita de cuatro horas a Puerto Príncipe, el presidente francés abogó por una reconstrucción de Haití que beneficie a todo el pueblo, "no solamente a una pequeña parte de la población que ya acumula las riquezas".
El mandatario subrayó que el esfuerzo de reconstrucción de Haití tras la devastación producida por el terremoto del 12 de enero, que dejó al menos 217.000 muertos y más de un millón de personas sin casa, deberá crear condiciones para lograr un "desarrollo sostenible".
Un desarrollo, reconoció Sarkozy, que permita liberar progresivamente a los haitianos de la "dependencia frente a la ayuda internacional, que asfixió la actividad del pueblo".
Explicó luego que si el balance del sismo en el ámbito de las pérdidas humanas y materiales fue tan grave, ello obedeció a que la población "no tenía condiciones adecuadas para vivir", ya que cerca de dos millones de haitianos se concentran en Puerto Príncipe, donde se genera la mayor actividad económica.
El pueblo haitiano está sufriendo y está cansado, pero es "un pueblo en pie", aseguró, y consideró que la ayuda internacional deberá ser más dinámica y operar a largo plazo.
A su llegada, Sarkozy dijo que se proponía "decirle al pueblo haitiano y a sus dirigentes que Francia, que era la primera en el terreno tras la catástrofe, permanecerá a su lado para ayudarles a ponerse de pie y a abrir una nueva página feliz de su historia".
El mandatario haitiano, que acompañó durante gran parte del recorrido a Sarkozy, sostuvo que "en otras circunstancias una visita del presidente de Francia hubiera sido un gran placer, pero nos encontramos aún en periodo de duelo y enterrando a nuestros muertos", según reportó la agencia noticiosa italiana ANSA.
El mandatario francés reconoció, al hablar en la sede de la embajada de su país en Puerto Príncipe, que a ambas naciones las une "una historia común, rica y dolorosa".
La de Sarkozy fue la primera visita de un presidente de Francia a su ex colonia, que se independizó el 1 de enero de 1804, tras una revolución de esclavos.
"Es la oportunidad de mostrar que Francia se moviliza para devolverles a los haitianos el control de su destino pero también de saldar las deudas del pasado”, admitió una fuente del entorno presidencial francés antes de partir.
Sin embargo, el diario parisino Le Monde criticó duramente la visita de Sarkozy que, sostuvo, se realizó "sin los deberes" hechos.
El periódico señaló que la riqueza acumulada por Francia gracias al trabajo forzado, "criminal", que sufrieron los esclavos africanos deportados de 1697 a 1791 por París, está calculada en miles de millones de euros pero ningún gobierno francés pidió perdón por ello.
Entre 1802 y 1803, con la revolución haitiana todavía caliente, murieron a manos de tropas francesas tantos haitianos como las víctimas que provocó el terremoto este año, según Le Monde.
En 1825 Haití recuperó su soberanía pero Francia reclamó una reparación de 150 millones de francos oro, que bancos franceses refinanciaron en varias oportunidades para que el país caribeño pudiera saldar su deuda, que sólo se saldó a principios del siglo XX. El gobierno haitiano estima que pagó, en realidad, unos 21.000 millones de dólares.
Le Monde también recordó que el gobierno de Francia permitió la residencia en ese país, donde aún vive, al dictador Jean Claude Duvalier, Baby Doc, lo que contrasta con "los miles de ciudadanos haitianos a los que se les ha negado el permiso de residencia".
Francia, dice el diario, también participó en el golpe de estado de 2004 (promovido por Estados Unidos) contra el presidente Jean-Bertrand Aristide, que además fue secuestrado y trasladado a un país que entonces estaba claramente controlado por Francia, la República Centroafricana.
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