AÑO DEL BICENTENARIO

AÑO DEL BICENTENARIO
AÑO DEL BICENTENARIO

Gogó Andreu: Entrevista

La sobreabundancia de mosquitos bajará en dos semanas si no llueve


La especie que puso fastidiosos a porteños y bonaerenses en los últimos días, se llama Ochloretatus Albifasciatus, también denominado mosquito de inundación, porque cualquier desnivel del terreno donde pueda producirse un charco de agua es suficiente para su reproducción.

Darío Vezzani, biólogo de la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), dijo a Télam que "la especie de la que hay sobreabundancia es un mosquito adulto que se cría en charcos de agua de plazas y parques, lo cuales tendrían que disminuir paulatinamente en dos semanas si no ocurren nuevas lluvias".

El especialista, que forma parte de un grupo de investigadores que estudia el comportamiento de estos insectos, dijo que como "estamos en verano y en febrero, con una buena lluvia no es atípico que haya sobreabundancia" y agregó que "no se trata de una invasión porque esta especie es natural de la zona bonaerense y proliferan en la medida que haya un clima inestable".

El ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli, aseguró que "la combinación de lluvias y altas temperaturas produce una multiplicación de mosquitos silvestres que si bien son molestos, en general no son perjudiciales para la salud".

"La tropicalización de clima de Buenos Aires hace que debamos revisar las previsiones que teníamos para fumigar hasta este año", explicó Santilli al anunciar refuerzos a esa tarea.

La fumigación también se intensificó en todo el conurbano y en especial en algunas zonas del partido de La Plata, donde pese al buen tiempo fueron pocos los vecinos que salieron a las plazas y los parques y recurrieron a todo tipo de insecticidas para combatirlos.

"Sólo después de comprar un veneno en la ferretería pude calmar y controlarlos, ya que no se los elimina fácilmente y son el doble de grandes de los comunes", aseguró Natalia Heredia, una platense de 18 años, pese a las tareas de fumigación y desmalezamiento encaradas por el municipio en varios puntos de la ciudad.

Vezzani, quien es además investigador del Conicet y director de la Unidad de Ecología de Reservorios y Vectores de Parásitos en Ciencias Exactas, negó que los mosquitos "sean más resistentes a los insecticidas o a los repelentes que antes".

"Lo que pasa -dijo- es que estos productos no sirven para eliminarlos, sino para disminuir su cantidad, no son cien por cien efectivos".

"La gente se echa repelente en las piernas y cree que con eso es suficiente, pero después los vuelven a picar y es porque estos productos no son permanentes, sirven para disminuir o atenuar por algunas horas. Quizás rociamos con veneno un ambiente y estamos afectando a niños cuando el efecto dura tan sólo unas horas", expuso el especialista.

Además del "mosquito de la inundación" en la zona bonaerense "estamos teniendo bastantes aedes aegypti -vector del dengue- o culex pipiens, los cuales pueden tener presencia en los hogares si se dan las condiciones para ellos como, por ejemplo, dejar recipientes con agua", advirtió.

La fumigación y el desmalezamiento "favorecen la disminución de Ochloretatus, aunque sería bueno que en las plazas y parques no haya desniveles de terrenos para que no se formen charcos -dijo-, mientras que para el Aedes con la fumigación sola no alcanza".

El mosquito que transmite el dengue, precisó, "es bien distinto del común, ya que es más oscuro y tiene patas con rayas blancas. Cuando está posado es muy fácil diferenciarlo del resto de los de su especie" Si bien el mosquito es natural portador de enfermedades, respecto a "la especie que circula en la ciudad de Buenos Aires no tuvimos noticia que después de una picadura una persona se haya enfermado", afirmó Vezzani.

El Ochloretatus Albifasciatus se desarrolla durante todo el año en algunas zonas templadas de la provincia de Córdoba y las hembras son más propensas en atacar a mamíferos, equinos y vacunos principalmente.

No hay comentarios:

Aquaman

El Sorprendente Hombre Araña