Avanza la mancha de petróleo del Golfo de México

El crudo, derramado tras un accidente de la plataforma de la empresa British Petroleum, es mucho mayor a lo imaginado, por lo que el presidente de EEUU, Barack Obama, ordenó suspender perforaciones petroleras en nuevas áreas hasta que se verifique la causa de este derrame. Obama también envió a tres miembros de su gabinete al estado de Luisiana, que se declaró en emergencia, para supervisar los esfuerzos que se realizan para contener la marea negra, señala un despacho de la agencia Ansa. El gobernador de Luisiana solicitó el envío de 6.000 reservistas de la Guardia Nacional, luego que esta madrugada la "marea negra" alcanzara su costas. El derrame vierte al mar casi 800 mil litros de petroleo por día y amenaza convertirse en el mayor accidente de este tipo en EEUU, desde que en 1989 un barco petrolero derramó este combustible frente a las costas de Alaska. La gran mancha negra, que expertos comparan con la superficie de la isla de Jamaica, se extiende hacia el norte y llegaría a partir del lunes a la costa de Florida, por lo que representa una grave amenaza para la enorme riqueza natural de ese estado. Obama destacó, además que la compañía "pagará por la limpieza de la mancha de petróleo", mientras desde la empresa respondió con un comunicado en su página web que está invirtiendo "seis millones de dólares por día" para bloquear una catástrofe natural en las costas surorientales de Estados Unidos. "Esto es muy, muy serio", dijo David Kennedy, de la Dirección para la Atmósfera y Océanos de EEUU, mientras los comerciantes que viven de la pesca de mariscos y del turismo auguran semanas de pérdidas ante el desastre ambiental. El jueves, se declaró una temporada de emergencia de pesca de camarones, para permitir que los pescadores lleven su producto a tierra antes de que se contamine con petróleo y, al mismo tiempo, el gobierno declaró al derrame "de importancia nacional". Esta medida permite movilizar los recursos necesarios para tratar de aliviar las consecuencias de la mancha de crudo, como el desplazamiento de reservistas a las costas de Luisiana, solicitada por el gobernador Bobby Jindal, ya que esa zona es rica en el criadero de camarones.