En el marco de la goleada en el amistoso ante Haití, quien mayor provecho sacó una vez más fue Martín Palermo, autor del segundo gol de la Argentina y máximo anotador del ciclo de Maradona, con cinco tantos, incluido el ya mítico gol del triunfo ante Perú en el Monumental que le dio la chance a la selección de clasificar luego en el último partido frente a Uruguay.
Palermo fue uno de los protagonistas de la noche desde el inicio, incluso por encima de Ariel Ortega, que volvió a la selección, tras siete años, y lució la cinta de capitán.
El delantero de Boca, quien sufrió, en el inicio del partido un pequeño corte debajo del labio inferior a causa del impacto de una esquirla en su rostro tras la explosión de una bomba de estruendo, sumó un gol más en lucha por estar en la Copa del Mundo.
Cuando a los 20 minutos del complemento se fue reemplazado, recibió una ovación de parte del público y un fuerte abrazo de Maradona, que quizá habló por sí solo.
El técnico del seleccionado aún no decidió quién será el tercer arquero de la Argentina en el Mundial.
Ante el débil Haití, Pozo atajó en el primer tiempo y Gabbarini, una de las revelaciones del torneo Clausura, lo hizo en el complemento. Ninguno de los dos tuvo trabajo como para ser evaluados. Juan Mercier ocupó un lugar en la mitad de la cancha desde el inicio y, seguramente, todavía enciende su ilusión.
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