En marzo pasado, la directora de la Escuela Especial Nº 2.036 de Tostado, Gladys Iruretagoyena, escribió al programa de Marcelo Tinelli para participar del ciclo "Bailando por un sueño". El sueño en cuestión era arreglar viejos problemas del edificio escolar que alberga a casi 90 chicos con distintas discapacidades. Para asegurar esta participación mucho tuvo que ver el artista Aníbal Pachano, oriundo de la localidad del norte santafesino.
El problema llegó cuando la producción de Tinelli se comunicó con la escuela para firmar un contrato, que entre otros requisitos pedía que participaran en nombre de la escuela y se daba la posibilidad de que los chicos estuvieran en el programa en vivo. "Negamos la autorización a participar porque como Ministerio pensamos que los contenidos de ese programa no son adecuados para los chicos", dijo el delegado Regional, Walter Lizarraga a este medio.
El funcionario explicó que como ministerio no podían autorizar la participación de los niños (tienen entre 6 y 14 años) en nombre de una escuela: "No podemos avalar eso, en especial por el contenido del programa y además por la franja horaria en la que se emite, que es dentro del horario de protección al menor. Sería una contradicción hacerlo".
Lizarraga consideró que el conflicto desatado "abre un interesante debate al interior de la escuela y con los padres", con los que -señaló- seguirán charlando todo lo que haga falta.
"No negamos la existencia del programa y que tenga mucha audiencia, pero como Ministerio de Educación no podemos autorizar que la escuela participe institucionalmente", agregó y enseguida consideró que "luego, en la intimidad, los padres pueden decidir qué hacen con sus hijos, si les permiten o no ver ese tipo de programas".
El delegado regional explicó además que "si los padres quieren constituirse como una ONG o participar por ellos mismos, nadie les niega la patria potestad para hacerlo". En todo caso,"hay que debatir aquí qué queremos de la escuela, porque por un lado se le pide que forme a los chicos en valores mientras se avalan ese tipo de programas; ¿lo que ofrecen es lo que deseamos para nuestros chicos?", preguntó abriendo nuevamente un debate más que necesario de dar de manera general.
Por otra parte, y ante denuncias de la Escuela Especial Nº 2.036 de la falta de solución a eternos problemas de infraestructura, Lizarraga indicó que "el Ministerio de Educación viene haciendo permanentemente arreglos" y citó la inversión última de 184.117 pesos para acondicionamiento de la institución.
Padres a favor
Desde la comunidad educativa de la institución, algunos padres se mostraron disconformes con la medida ministerial y le reprocharon a la ministra de Educación, Élida Rasino, que no los haya consultado antes de tomar la decisión.
“Teníamos la posibilidad de participar y si ganábamos le hacíamos a la escuela todo lo que necesita”, sostuvo Claudia Goyenechea, madre de uno de los alumnos, en diálogo con la radio santafesina LT9 y agregó que no entienden la posición oficial. “Será para no exponer a los chicos. Parece que hay que ocultarlos”, añadió.
La mujer se mostró molesta porque “dijeron "no" y ya está. Estamos indignados porque no nos preguntaron nada, dijeron "no" y la posibilidad ya pasó”. Goyenechea describió las falencias edilicias que padece la escuela: “Hay problemas en los techos, no hay playón deportivo cubierto y faltan bancos".
Para concluir luego enfatizando: "No nos importaba ganar, nos importa ayudar a la escuela”.
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