
"Estar libre, en lugar de encarcelado, es más importante que ganar cualquier título", afirmó el ex campeón mundial Mike Tyson, alguien con la suficiente autoridad y experiencia en la materia para decirlo.
"Mi peor adversario fui yo mismo", completó Tyson, quien afirmó que sus constantes escándalos, que en más de una ocasión lo llevaron a prisión, "probablemente tenga origen en un profundo odio hacia mí mismo".
"Es algo que aún no tengo del todo claro, pero que me lleva a querer lo mejor para mis hijos y a que no repitan mis errores. Yo tuve la desgracia de perder a una hija", completó Tyson, en referencia a Exodus, su hija de 4 años que falleció víctima de un accidente doméstico en Phoenix, Arizona en mayo pasado.
El ex campeón mundial de los pesos completos, de 42 años de edad, habló casi a modo de confesión con el programa Chiambretti Night, que saldrá al aire mañana por la cadena Italia 1 y del cual se dio a conocer hoy un anticipo.
Durante la charla, su hablar pausado e intimista, con muestras de emoción cuando se refiere a su familia, parecen mostrar otro rostro del hombre que supo ir del infierno al cielo y volver a recorrer el camino inverso en su atormentada vida.
"Sí, puede ser que haya cambiado y en eso mucho tuvo que ver lo que me tocó vivir", confesó el ex hombre de Acero que asegura hoy que su principal objetivo en la vida es ganarse "día a día el respeto" de sus hijos.
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