Recorrer vidrieras en busca de productos que se adapten a sus necesidades y posibilidades económicos se transformó en cosa del pasado para once millones de argentinos que, a la hora de tomar decisiones de compra, recurren a Internet.
Dos de cada tres usuarios de la Web en el país (el 66%) hacen su propia investigación de mercado antes de adquirir, por ejemplo, un electrodoméstico, un inmueble, un auto o hacer un viaje, según un relevamiento conjunto realizado por MRM, Universal McCann y Yahoo!, informó un matutino.
En el mismo sentido, un reciente estudio de Google dice que la cifra escala al 78% entre quienes buscan tecnología.
"El comprador está un poco cansado de ir a una tienda y que lo quieran convencer de algo, sin estar seguro de que es realmente lo mejor que tiene para comprar. Esto hace que la gente compare a través de Internet y busque según sus necesidades", afirma Patricia Jebsen, gerente de Negocios y Operaciones de MásOportunidades.com y Confronte.com.
Los consumidores fáciles de persuadir se convirtieron, en el último tiempo, en especies en extinción. Germán Rinaldi, director comercial de Google para Latinoamérica, expresa un síntoma del fenómeno: "Hoy los concesionarios de autos tienen un problema, porque cuando reciben al cliente tienen menos información que la que el consumidor maneja y adquirió online".
En el proceso de investigación, los potenciales compradores se orientan mediante la utilización de buscadores, páginas de comercios, sitios de compra-venta y comparadores de precios. Todas esas posibilidades convierten a Internet en una especie de "casa de venta abierta las 24 horas, a la que se puede acceder a través de un click", señala Gastón Funes, gerente general de Buscapé.
Las encuestas indican que los consumidores se vuelcan a Internet porque no hay límites de horario ni aglomeraciones, destacan la variedad de productos, empresas y opciones y la posibilidad de conseguir los precios más bajos.
Rinaldi destaca que el mundo virtual rompe con el concepto de prime time -franja horaria con mayor audiencia-, típico de la televisión. "En Internet, la persona está sola y con la voluntad, el interés y la conciencia de hacer la búsqueda, a la mañana, a la tarde o a la noche", explica.
Si bien la Red cobra cada vez más importancia en el proceso de decisión, entre el 65 y el 70% de las ventas se siguen concretando en comercios tradicionales. "Todavía hay mucha gente que no se anima a comprar cien por cien online", admite Jebsen. Funes coincide y sostiene que aun en esos casos, los usuarios "ahorran tiempo y dinero, porque pueden elegir a través de Internet el mejor producto según sus expectativas, el más barato y en una tienda determinada y después, con toda esa investigación realizada, salir a comprar el producto en la calle".
En la Argentina, los comparadores de precios desembarcaron hace tres años, provenientes de EE.UU., donde son páginas de referencia casi obligada para los internautas. Lo que permiten esos sitios, como Buscapé o Confronte (dos de los más conocidos), es cotejar exactamente el mismo producto -de idéntica o distinta marca- en diferentes cadenas o locales.
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