La economía de Japón entró en recesión tras contraerse, entre julio y septiembre, un 0,4 por ciento en términos reales, la segunda reducción trimestral consecutiva, según informó el gobierno en un informe preliminar.
La caída del Producto Interior Bruto (PIB) del tercer trimestre del año supone que la economía japonesa se contrajo un 0,1 por ciento, respecto al trimestre anterior.
Esa cifra contrasta con las estimaciones del mercado, que manejaba una predicción de un incremento del 0,1 por ciento frente al trimestre anterior, según la agencia local Kyodo.
En términos nominales, con datos no ajustados respecto a los cambios en los precios, la economía japonesa se contrajo un 0,5 por ciento entre julio y septiembre respecto al anterior trimestre y un 2,1 por ciento respecto al mismo trimestre del año anterior.
El consumo, que supone un 55 por ciento de la economía japonesa, avanzó un 0,3 por ciento respecto al trimestre anterior y el gasto de capital de las empresas se redujo un 1,7 por ciento.
No obstante, la inversión inmobiliaria creció un 4 por ciento y la inversión pública se incrementó en un 0,4 por ciento.
La demanda doméstica estimuló el PIB real en un 0,1 por ciento respecto al trimestre anterior, pero la demanda exterior lo contrajo en un 0,2 por ciento.
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