Para no pagar las consecuencias de la crisis. Trabajadores del sindicato de los mecánicos (Smata) realizaron ayer una marcha por distintas calles de la Capital Federal que finalizó con una manifestación frente a la sede central del Ministerio de Trabajo en rechazo a las suspensiones dispuestas por las fábricas automotrices bajo el argumento de la debacle económica global. Los asalariados también expresaron su apoyo a las trabadas negociaciones de contrato colectivo de trabajo.
Trabajadores participaron de una asamblea frente a la cartera laboral en la que hablaron los secretarios adjunto y gremial de Smata, Mario Manrique y Ricardo Pignanelli, respectivamente. Ambos dirigentes expresaron el respaldo del gremio a las acciones desplegadas por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para defender las fuentes laborales. Y a la par desgranaron una fuerte crítica al sector industrial.
Manrique dijo que la manifestación fue convocada para “rechazar las suspensiones generadas por la industria automotriz, y en defensa de las negociaciones del contrato colectivo de trabajo que se está llevando a cabo con Acara (Asociación de Concesionarios de Automotores de la Argentina) desde agosto pasado”. El gremialista apuntó que esas tratativas “han resultado infructuosas por la intransigencia empresarial”.
“Las empresas hablan de sobrante de gente y por eso venimos a pedirle al Ministerio de Trabajo que extreme las medidas para evitar que las terminales terminen echando”, sostuvo Manrique. “Pretendemos que se firme un acuerdo de estabilidad laboral, por lo menos, hasta fines del año que viene”, señaló como propuesta de coyuntura ante el escenario actual.
Ricardo Pignanelli, del gremio de los mecánicos, consideró en el mismo sentido que “la industria automotriz y los empresarios están caminando más rápido que la crisis” financiera internacional. Al respecto, indicó que las terminales “desde hace cinco años baten récords” de producción y ventas, y se quejó porque ahora, “cuando todavía no empezó la crisis, a lo primero que echan mano es a la gente”.
La movilización hacia la Capital Federal incluyó el desplazamiento de unos 45 micros provenientes de zonas del conurbano, lo que provocó un importante congestionamiento en el tránsito sobre la autopista Panamericana a la altura de la ruta 202, desde donde partieron los colectivos alrededor de las 9 de la mañana.
Los transportes fletados por Smata circularon a muy baja velocidad por cuatro de los cinco carriles de la autopista en la mano hacia Capital, generando largas colas de autos. Tras el ingreso a territorio porteño, la caravana se dirigió a la sede del gremio, para continuar hasta el frente de la sede de la cartera laboral. Allí los trabajadores realizaron una asamblea, lo cual también provocó demoras en el tránsito.
“Somos concientes de que hay una crisis a nivel mundial, pero gracias a Dios no ha llegado a la Argentina con la profundidad que debería tener para que los empresarios tomen estas medidas”, resumió las quejas el secretario gremial de Smata.Telam
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