“El crecimiento fabril fue el más alto en 60 años”
Lo afirmó el ministro de Economía, Carlos Fernández, quien precisó que “la tasa de crecimiento del producto bruto industrial fue de 9,7% promedio desde 2003 hasta hoy". Además, resaltó la importancia de la política de tipo de cambio y del desarrollo de la industria impulsada por el Gobierno nacional.
El ministro de Economía, Carlos Fernández, destacó ayer la "fortaleza" de la economía argentina frente a la crisis financiera internacional, y aseguró que "no se verá interrumpido el proceso de crecimiento" en 2009, aunque se concretará a menores tasas que en los años precedentes.
Fernández dijo, durante el cierre de la primera jornada de la Conferencia Industrial organizada por la UIA, que "mantener el empleo es el objetivo supremo del gobierno" nacional y que la profundización de la debacle mundial "puede afectar a la economía argentina y la dinámica de desarrollo industrial".
Esto último puede darse "básicamente por dos canales", como la depreciación de los tipos de cambio de nuestros socios comerciales, y la disminución de la actividad económica de los países desarrollados y de las naciones emergentes, señaló el titular del Palacio de Hacienda.
"La Argentina no vera en el 2009 interrumpido su proceso de crecimiento. Vamos a crecer a tasas posiblemente no tan altas a las registradas en los últimos años", dijo el ministro tras recordar que algunos países del mundo ya "están en recesión".
Fernández tuvo a su cargo el cierre de la primer jornada de la Convención organizada por la UIA en el hotel Sheraton de la localidad bonaerense de Pilar, que contó ayer con la presencia del gobernador Daniel Scioli en el acto de apertura.
Los organizadores confían en contar hoy con la presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, durante el acto de cierre previsto para el mediodía.
Fernández, tras defender la política de tipo de cambio y el impulso dado en los últimos años al sector industrial, dijo que el difícil panorama de la economía mundial "encuentra en una mejor situación a los países en desarrollo", que luego de sufrir los efectos de la apertura y la desregulación financiera indiscriminada "aplicaron políticas para evitar la dependencia del cambiante humor de los mercados de capitales".
Según el ministro, la industria exhibe ayer "menor fragilidad" frente a la competencia externa, por su mayor productividad, y porque algunos sectores que lograron elevar sus exportaciones, como equipamiento médico e industria farmacéutica, "presentan demandas relativamente inelásticas".
El titular del Palacio de Hacienda defendió la implementación de "una política de tipo de cambio competitivo y diferenciado, que evitó la existencia de un superávit sostenido de cuenta corriente".
Esa política, dijo, evitó que la suba en el precio internacional de los commodities derivara en la apreciación del tipo de cambio real, "lo que hubiera deteriorado la competitividad de los sectores productores de bienes y servicios".
Fernández afirmó luego que "la tasa de crecimiento anual del producto manufacturero fue de 9,7% promedio desde 2003 fue la más elevada de los últimos 60 años" y superó inclusive el ritmo de crecimiento de la década de mayor dinamismo del proceso de sustitución de importaciones, la de los 60.
Agregó que "se comenzó a revertir el proceso de desindustrialización de los 90", y destacó que "la participación del sector pasó de un piso histórico de 16% en 2000-2001 a más de 20% promedio desde 2003 hasta el presente".
El ministro indicó que "este proceso no estuvo concentrado en un reducido grupo de ramas industriales, sino que fue balanceado".
Fernández subrayó el avance en sectores sensibles (indumentaria, calzado, metalmecánica, integrado por PyME) similar o superior a las ramas exportadoras (automotriz, alimenticia) y a sectores orientados al mercado interno, como materiales de construcción, conformado por empresas de mayor tamaño.
El crecimiento fabril, añadió el ministro, se caracterizó asimismo por una distribución regional que "alcanzó a todas las provincias", y por un aumento de las exportaciones, que crecieron a una tasa período de 10,2% anual desde 2003.
Fernández destacó los "acuerdos voluntarios" entre empresarios de la Argentina y Brasil, por ejemplo en calzado y línea blanca, para "permitir un desarrollo manufacturero armónico al interior del Mercosur".
Simultáneamente, recordó el ministro, se aplicaron licencias automáticas y valores criterio (precios mínimos) "con el objeto de evitar el ingreso de productos importados a valores inferiores a sus costos teóricos".
También resaltó Fernández los acuerdos comerciales con otros países, como en el caso de la venta de maquinaria agrícola a Venezuela, y puso de relieve las acciones de capacitación de la fuerza laboral de la industria.
Con respecto a las inversiones, el ministro precisó que en 2007 cerca de 60% de las PyME realizaron diferentes proyectos, lo que implicó 6 puntos más que el año anterior.
"Eso permitió mantener estabilizado el grado de utilización de la capacidad instalada, permanentemente en aumento, en el marco de un proceso de crecimiento de la producción manufacturera", indicó.
Fernández agregó que la productividad, medida como cociente entre volumen físico de producción y horas trabajadas, creció a una tasa promedio anual de 6,4% durante el último sexenio.
A diferencia de la década de los 90, dijo el funcionario, "el crecimiento de la productividad resultó inclusivo, ya que no se basó en el reemplazo de mano de obra por maquinaria y equipo, principalmente importado, sino que coexistió con la creación permanente de puestos de trabajo". Telam
Lo afirmó el ministro de Economía, Carlos Fernández, quien precisó que “la tasa de crecimiento del producto bruto industrial fue de 9,7% promedio desde 2003 hasta hoy". Además, resaltó la importancia de la política de tipo de cambio y del desarrollo de la industria impulsada por el Gobierno nacional.
El ministro de Economía, Carlos Fernández, destacó ayer la "fortaleza" de la economía argentina frente a la crisis financiera internacional, y aseguró que "no se verá interrumpido el proceso de crecimiento" en 2009, aunque se concretará a menores tasas que en los años precedentes.
Fernández dijo, durante el cierre de la primera jornada de la Conferencia Industrial organizada por la UIA, que "mantener el empleo es el objetivo supremo del gobierno" nacional y que la profundización de la debacle mundial "puede afectar a la economía argentina y la dinámica de desarrollo industrial".
Esto último puede darse "básicamente por dos canales", como la depreciación de los tipos de cambio de nuestros socios comerciales, y la disminución de la actividad económica de los países desarrollados y de las naciones emergentes, señaló el titular del Palacio de Hacienda.
"La Argentina no vera en el 2009 interrumpido su proceso de crecimiento. Vamos a crecer a tasas posiblemente no tan altas a las registradas en los últimos años", dijo el ministro tras recordar que algunos países del mundo ya "están en recesión".
Fernández tuvo a su cargo el cierre de la primer jornada de la Convención organizada por la UIA en el hotel Sheraton de la localidad bonaerense de Pilar, que contó ayer con la presencia del gobernador Daniel Scioli en el acto de apertura.
Los organizadores confían en contar hoy con la presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, durante el acto de cierre previsto para el mediodía.
Fernández, tras defender la política de tipo de cambio y el impulso dado en los últimos años al sector industrial, dijo que el difícil panorama de la economía mundial "encuentra en una mejor situación a los países en desarrollo", que luego de sufrir los efectos de la apertura y la desregulación financiera indiscriminada "aplicaron políticas para evitar la dependencia del cambiante humor de los mercados de capitales".
Según el ministro, la industria exhibe ayer "menor fragilidad" frente a la competencia externa, por su mayor productividad, y porque algunos sectores que lograron elevar sus exportaciones, como equipamiento médico e industria farmacéutica, "presentan demandas relativamente inelásticas".
El titular del Palacio de Hacienda defendió la implementación de "una política de tipo de cambio competitivo y diferenciado, que evitó la existencia de un superávit sostenido de cuenta corriente".
Esa política, dijo, evitó que la suba en el precio internacional de los commodities derivara en la apreciación del tipo de cambio real, "lo que hubiera deteriorado la competitividad de los sectores productores de bienes y servicios".
Fernández afirmó luego que "la tasa de crecimiento anual del producto manufacturero fue de 9,7% promedio desde 2003 fue la más elevada de los últimos 60 años" y superó inclusive el ritmo de crecimiento de la década de mayor dinamismo del proceso de sustitución de importaciones, la de los 60.
Agregó que "se comenzó a revertir el proceso de desindustrialización de los 90", y destacó que "la participación del sector pasó de un piso histórico de 16% en 2000-2001 a más de 20% promedio desde 2003 hasta el presente".
El ministro indicó que "este proceso no estuvo concentrado en un reducido grupo de ramas industriales, sino que fue balanceado".
Fernández subrayó el avance en sectores sensibles (indumentaria, calzado, metalmecánica, integrado por PyME) similar o superior a las ramas exportadoras (automotriz, alimenticia) y a sectores orientados al mercado interno, como materiales de construcción, conformado por empresas de mayor tamaño.
El crecimiento fabril, añadió el ministro, se caracterizó asimismo por una distribución regional que "alcanzó a todas las provincias", y por un aumento de las exportaciones, que crecieron a una tasa período de 10,2% anual desde 2003.
Fernández destacó los "acuerdos voluntarios" entre empresarios de la Argentina y Brasil, por ejemplo en calzado y línea blanca, para "permitir un desarrollo manufacturero armónico al interior del Mercosur".
Simultáneamente, recordó el ministro, se aplicaron licencias automáticas y valores criterio (precios mínimos) "con el objeto de evitar el ingreso de productos importados a valores inferiores a sus costos teóricos".
También resaltó Fernández los acuerdos comerciales con otros países, como en el caso de la venta de maquinaria agrícola a Venezuela, y puso de relieve las acciones de capacitación de la fuerza laboral de la industria.
Con respecto a las inversiones, el ministro precisó que en 2007 cerca de 60% de las PyME realizaron diferentes proyectos, lo que implicó 6 puntos más que el año anterior.
"Eso permitió mantener estabilizado el grado de utilización de la capacidad instalada, permanentemente en aumento, en el marco de un proceso de crecimiento de la producción manufacturera", indicó.
Fernández agregó que la productividad, medida como cociente entre volumen físico de producción y horas trabajadas, creció a una tasa promedio anual de 6,4% durante el último sexenio.
A diferencia de la década de los 90, dijo el funcionario, "el crecimiento de la productividad resultó inclusivo, ya que no se basó en el reemplazo de mano de obra por maquinaria y equipo, principalmente importado, sino que coexistió con la creación permanente de puestos de trabajo". Telam
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