Federico Luppi tuvo duras expresiones en la televisión uruguaya contra las divas de la pantalla chica argentina. El veterano actor dijo que Mirtha Legrand era "pobre de espíritu" y que Susana Giménez "caga por la boca".
Luppi estuvo en el Uruguay, de gira con Adrián Navarro con la obra "Por tu padre", y en un programa de televisión de ese país, llamado "Consentidas", lanzó duras críticas hacia las dos conductoras estrellas de la TV vernácula. También habló de Marcelo Tinelli y de China Zorrilla, pero en un tono totalmente distinto.
"China es un fenómeno biológico. Nunca escuché en ella pensamientos negativos", expresó Luppi, y de Tinelli solo dijo que no lo conoce personalmente: "si es sólo por lo que veo, ni fu ni fa". En cambio, a Mirtha Legrand la calificó de "ignorante y pobre de espíritu", mientras que cuando le preguntaron por Susana Giménez, Luppi preguntó: "¿Puedo ser grosero?". Al recibir respuestas afirmativas lanzó: "Susana Giménez caga por la boca". Estas duras expresiones de Federico Luppi, aun no tuvieron respuesta alguna de parte de las emblemáticas conductoras de la televisión argentina, que en el caso de Susana Giménez, no es el único golpe sufrido por estos días, ya que Antonio Banderas la dejó plantada.
El tema del hijo uruguayo de Federico Luppi no fue obviado en las preguntas. Al respecto sólo se limitó a decir que el reconocimiento está hecho, pero como el niño es menor sentenció: "Es un tema interdicto para mí". El niño, Leonardo Martín, tiene 10 años y con un acuerdo judicial de por medio, lleva el apellido de su padre. Su madre, la actriz de teatro uruguaya Brenda Accinelli, lo mantuvo discretamente desde el nacimiento hasta que el caso se hizo público el año pasado.
Por otra parte, en una entrevista con el diario montevideano El País, Luppi dudó sobre si hay un nuevo cine argentino. "Es una cosa que siempre la he escuchado por décadas", dijo, y añadió: "Hay nueva gente, nuevos directores, gente joven que ha tenido, luego de la experiencia dictatorial nuestra, otra perspectiva. Me da la impresión que la gente joven sacudió todos los conceptos y preceptos paternos, viviendo lo de los padres como un rotundo y sonoro fracaso, que lo fue. Entonces, a esos padres que poco enseñaron, les sucedieron unos chicos que se sacudieron todo eso de encima. Hoy tienen una forma de ser más aguda, más flexible. Sin monstruos sagrados, estos chicos son más independientes, más libres".
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