Aumento del Cancer de Piel

La enfermedad aumentó considerablemente en los últimos años al punto de abarcar ya el 7,62% de los tumores malignos detectados por el Ministerio de Salud bonaerense, que recomendó no tomar sol entre las 13 y las 17 y usar protectores para hacerlo fuera de ese lapso.
Este tipo de cáncer pasó de representar el 6,35% entre 1996 y 2000, al 7,62% por ciento entre 2001 y 2007 de un total de 2.800 pacientes con diversos tipos de tumores malignos residentes en la Región Sanitaria XI, con cabecera en La Plata.
En números concretos, esto equivale a saltar de 177 a 212 casos, en una población de un millón y medio de personas, informó la cartera sanitaria bonaerense.
Actualmente, el cáncer de piel afecta a casi 3 personas cada mil habitantes; es el cuarto tumor más frecuente en hombres y mujeres, detrás del de mama, colon y próstata; y la exposición al Sol sin pantalla y en horas pico, es el mayor factor de riesgo.
"Es necesario tener en cuenta que este verano el horario prohibido para tomar Sol será desde las 13 hasta las 17, y el resto del tiempo la exposición ideal es con pantalla solar", recomendó Silvia Bonicatto, oncóloga y directora provincial de Políticas del Medicamento del Ministerio de Salud provincial.
La médica indicó además que "está probado que aquellos que toman demasiado sol sin protección antes de los 15 años, tienen mayor riesgo de sufrir cáncer de piel que aquellos que se exponen luego de esa edad".
Estudios epidemiológicos han señalado que son más propensos a padecer cáncer de piel quienes luego de pasar la mayor parte del año sin exponerse al sol, lo hacen intensamente durante las vacaciones de verano.
"Esto es muy frecuente en los sectores medios urbanos donde las personas pasan todo el año en la oficina o en su casa y después se van 20 días a la playa con exposición full time sin tomar ningún tipo de recaudo", comentó Bonicatto.
Sin embargo, quienes trabajan al aire libre todo el año, con una exposición frecuente y regular, desarrollarían algún tipo de protección extra frente a los rayos ultravioleta, lo que les permitiría tener menos chances de desarrollar este carcinoma.
Entre los factores de riesgo también figuran los antecedentes familiares, pero el más influyente es la exposición a la rayos solares en horas picos y sin protección. Los especialistas destacan que si se detecta en forma temprana, el cáncer de piel puede curarse, pero para eso es importante observar las lesiones que aparecen en la piel.
En rigor, existen dos tipos bien diferenciados de cánceres de piel peligrosos: uno es el no melanoma espinocelular, que se produce por un crecimiento irregular de las propias células que forman la epidermis; y el otro es el melanoma, que se origina a partir de las células melanocitos, que dan color a la piel.
Estas últimas "son células que si bien se encuentran mayormente en la piel, también pueden estar en otros lugares como la retina, la boca o el recto", aclaró Bonicatto.
Para detectar a tiempo el melanoma, lo indispensable es estar atento a los cambios en lunares o manchas pigmentadas y "consultar toda vez que cambien de color, se agranden, se achiquen, modifiquen sus bordes, piquen o se ulceren", enfatizó.
Y advirtió que existe una forma del melanoma que muchas veces pasar desapercibido y que se manifiesta con un pequeño nódulo en la piel "similar a un granito de arroz".
La oncóloga aclaró, sin embargo, que no todo cambio en la piel implica un cáncer, ya que "a veces son nada más que procesos inflamatorios", pero que para estar seguros "siempre es conveniente recurrir al ojo preciso del dermatólogo".
El cáncer de piel no melanoma, en cambio, aparece como un crecimiento verrugoso, una especie de elevación del mismo color de la piel y, al igual que el melanoma, requiere la intervención de un especialista para extirparlo en su totalidad.
Los signos de alarma al controlar los lunares, son: la asimetría (una mitad es diferente a la otra mitad); los bordes irregulares, difusos o poco definidos; el color (la pigmentación no es uniforme, se observan cambios de color de una zona a otra del lunar); y el diámetro (mayor de 6 milímetros o cualquier cambio de tamaño de un lunar).