AÑO DEL BICENTENARIO

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Gogó Andreu: Entrevista

Multitudinaria expresión de fe a la Virgen de Rosario


La muestra de devoción a la Virgen del Rosario fue masiva. Empezó en la Catedral y terminó en la plaza frente al Concejo. Héctor Rio

La fiesta patronal de la Virgen del Rosario tuvo ayer una emotiva celebración religiosa. Desde la Catedral partió una procesión que recorrió Córdoba hasta llegar a la plaza de la Coronación, ubicada en Rioja y Primero de Mayo. Allí se llevó a cabo un multitudinario oficio que fue encabezado por el arzobispo José Luis Mollaghan y del cual también participaron el gobernador Hermes Binner y el intendente Miguel Lifschitz. Más de tres mil personas se congregaron para homenajear a la patrona de la ciudad. La conmemoración se inició con una procesión que partió alrededor de las 16.30 desde el portal de la Catedral. Desde el interior del templo, las imágenes de la Virgen del Rosario y de un Cristo, entre otras –tambien desfiló una escultura de la Virgen de Itatí–, fueron llevadas en andas por los religiosos, en un clima de profunda celebración beatífica.
Durante la marcha no faltaron aplausos, flores al aire y el pedido de bendiciones de la gente al paso del padre Ignacio Peries, quien también formaba parte de la caravana y recibía múltiples demostraciones de afecto.
Mientras tanto, el centro de la ciudad estaba casi despoblado ya que muchos comercios también adhirieron al asueto por la festividad patronal y cerraron sus puertas.
Así la cosas, la zona de los alrededores del Monumento a la Bandera fue, al mismo tiempo, epicentro tanto de la convocatoria de la grey católica como de los que salían a disfrutar la tarde entre mates y facturas. En tanto, en el patio cívico del Monumento los obreros terminaban de armar el escenario para la actuación de Juan Carlos Baglietto, que tuvo lugar por la noche (ver aparte).
La mayor afluencia de público se dio alrededor de las 17, al empezar la misa. Cientos de alumnos de destinos colegios religiosos católicos poblaron el espacio con banderas y globos, y hubo decenas de seminaristas, monjas y sacerdotes. Muchas de las familias católicas que seguían la ceremonia lo hacían sentadas en el césped de la plaza a los costados de la gran fuente central.
Más cercanos al altar, ubicado en las escalinatas mas próximas a la esquina de Rioja y Primero de Mayo, en donde se montó el altar, el público estaba apretujado. En el aire flotaba el olor a inciensos y se escuchaban los coros de un canto de salmo responsorial.
En el marco de la representación religiosa, se observaban en los laterales a pulcros uniformados de las delegaciones militares y trajeados funcionarios, entre ellos el intendente y el gobernador, a los que el propio Mollaghan agradeció de manera especial por ser parte del homenaje a la Virgen.
El arzobispo recordó que fue una imagen de la Virgen del Rosario la que dio origen a aquella posta del camino que luego con el tiempo se transformó en una pequeña villa y que, al final, se convirtió en la actual gran ciudad.
En su homilía puso el acento en “la pureza sin manchas” de la homenajeada. “María fue elegida para ser madre de Dios y así entrar en el misterio de Cristo”, expresó el prelado, quien llamó a su grey a “llevar a Dios a todos lados como misioneros”.
Al final, cuando caía la tarde y un viento frío comenzaba a incomodar a más de uno, hubo una suelta de globos, volaron papeles de colores y, entre vítores y aplausos, se proclamó a voz partida: “¡Viva María!”.

Baglietto y un homenaje musical a la ciudad

Una vez más el patio cívico del Monumento Nacional a la Bandera se vistió de fiesta y en el día de la ciudad, el de la Virgen del Rosario, miles y miles de rosarinos se concentraron en el lugar por excelencia de los más importantes acontecimientos, para escuchar a uno de los grandes de la Trova Rosarina: Juan Carlos Baglietto.
Las primeras horas de la tarde se presentaban con buen clima para un espectáculo, pero al caer la noche el frío se hizo sentir en el Parque Nacional a la Bandera. Pero no fue obstáculo para que más de 12.000 rosarinos no solamente llenaran el patio cívico, sino también buena parte de la calle Córdoba entre Juan Manuel de Rosas y 1º de Mayo.
La presentación de Baglietto fue el homenaje que la provincia a través del Ministerio de Cultura e Innovación le rindió a la ciudad; y precisamente la titular de la cartera, Chiqui González, entre bambalinas, disfrutaba como una más del espectáculo que Baglietto inició con un tema de Rubén Blades, que integra su último trabajo “Sabe Quien”, al que luego le siguieron las letras que lo hicieron conocido.
Muchas de esas canciones fueron coreadas por quienes llegaron hasta el Monumento, que como en cualquier recital de rock, se apretaban contra las barreras cercanas al escenario.
En algún momento no sólo el viento, sino también el humo, casi como una condena permanente como consecuencia de los incendios en las islas, se hizo sentir. Pero tampoco fue un obstáculo para los miles y miles que disfrutaban de Baglietto junto a su banda que integran los músicos Daniel Homer, Cristian Judurcha, Juan Miguel Perone, Víctor Carrión, Adrián Charra y Guido Martínez Quinzio.
Fuente:El Ciudadano.Net

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