Consejo en Llamas

La reunión entre el presidente del Concejo Municipal, Miguel Zamarini, y el ex intendente de Rosario, Héctor Cavallero, generó malestar en las huestes socialistas.
La reunión entre el presidente del Concejo Municipal, Miguel Zamarini, y el ex intendente de Rosario, Héctor Cavallero, generó malestar en las huestes socialistas. Lo que más agitó el avispero en el partido de la rosa fue que éste último reiteró –durante el encuentro– sus denuncias contra la Intendencia. “La Municipalidad está fundida”, soltó sin vueltas el Tigre Cavallero al ser recibido anteayer por el socialista Zamarini en el Palacio Vasallo. La respuesta política no se hizo esperar: “O Zamarini fue sorprendido en su buena fe, o está en un momento de confusión política. Todos conocemos a Cavallero y sus denuncias falaces que nunca puede comprobar. Es una actitud desafortunada porque sirvió para ofrecerle un show mediático a Cavallero”, arremetió el secretario de Gobierno municipal, Horacio Ghirardi. “Fue una reunión en el marco de la democracia”, trató de tranquilizar su compañero de tropa. Y como hacía falta aclararlo, agregó: “La relación con (el intendente) Lifschitz es la mejor”.
Cavallero, del Partido del Progreso Social (PPS), fue hasta el Concejo a transmitirle su preocupación a Zamarini en torno al “colapso presupuestario de las cuentas públicas” y aprovechó la ocasión para solicitarle una entrevista con los titulares de los distintos bloques del cuerpo legislativo. Para Ghirardi, un hombre cercano al intendente Lifschitz, “las denuncias de Cavallero tienen una clara intencionalidad política”.
“Todos conocemos a Cavallero. Es un converso que desde que se pasó al peronismo no hace otra cosa que agredir a nuestra gestión con denuncias recurrentes cada vez que se acercan las elecciones (en referencia a la compulsa legislativa del año que viene)”, salió al cruce ayer Ghirardi. “Nadie descubre la pólvora al decir que municipios y comunas de la provincia tienen problemas presupuestarios”, agregó en relación a los dichos del ex intendente de Rosario, quien en sus declaraciones a la prensa sólo se refirió a la situación presupuestaria del municipio rosarino.
En tanto, Ghirardi desmintió que en la Intendencia de Rosario haya malversación de fondos o mal desempeño de funcionarios públicos “como dice Cavallero”. “Hay que mejorar el sistema de coparticipación para municipios y comunas, por eso hay que apoyar la reforma tributaria que impulsa el gobierno de la provincia. Pero de allí a que haya manejos de fondos públicos sin transparencia hay una distancia y yo lo desmiento rotundamente”, le dijo a este diario el funcionario de la administración socialista.
Un rato antes, en declaraciones radiales, el secretario de Gobierno había calificado la actitud de Zamarini como una “confusión política”. Al ser consultado por El Ciudadano, Ghirardi dijo que la decisión del presidente del Concejo de recibir a Cavallero y escuchar sus denuncias contra el municipio “no fue consultada” hacia el interior del partido. De todas maneras, aseguró que hablará con Zamarini del tema porque “siempre es bueno dialogar”.
Durante el encuentro que mantuvo con el titular del Palacio Vasallo, el ex intendente Cavallero aseguró que “la Municipalidad está al borde del colapso” y anunció que se llevó el compromiso de Zamarini de organizar una reunión con todos los presidentes de bloques. “La Municipalidad subutiliza los fondos del seguro que debería manejar el Instituto Municipal de Previsión Social con afectaciones específicas, como el de obras públicas”, sostuvo el dirigente del PPS y pidió que se convoque a un Consejo Económico y Social.
Zamarini se dio por aludido y eligió el aire de Canal 3 para fijar posición. “Lo recibí a Cavallero en el marco de la democracia, como un presidente del Concejo Municipal que accede a una audiencia solicitada por un dirigente de otro partido, que por cierto tiene un concejal. Eso es todo”, indicó el presidente del Concejo con ánimos de desdramatizar.
También se refirió a las acusaciones vertidas por el Tigre durante el encuentro que mantuvieron en las oficinas del titular del Concejo. “No creo que la Municipalidad esté fundida (como dice Cavallero). Puede tener algunos problemas presupuestarios como cualquier municipio”, consideró Zamarini, y reafirmó: “La relación con (el intendente) Lifschitz es la mejor”.
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