El secretario de Industria, Fernando Fraguío, utilizó hoy la frase que inmortalizó el periodista Bernardo Neustadt para resaltar el objetivo del Gobierno de defender el mercado interno, ante la crisis que afecta a los mercados.
Fraguío formuló estos conceptos en un encuentro organizado por el Movimiento Empresario, Sindical e Industrial que dirige el diputado Marcelo Fernández. Allí también admitió que es "utópico" pensar que la crisis financiera internacional no va a afectar de algún modo a la Argentina.
La repercusión más directa de la crisis internacional vendrá por el lado de la caída de los precios de las materias primas que exporta el país, en particular la soja, maíz y trigo, pero también los metales y los derivados del petróleo.
Pero no sólo eso, también existe preocupación entre los empresarios de la industria por la fuerte devaluación que sufrieron las monedas del mundo con respecto al dólar, en particular el real de Brasil y el peso chileno, porque amenaza con una avalancha de importaciones de bienes de consumo desde esos países.
Además, en el escenario proyectado de desaceleración de la economía mundial, con epicentro en los EEUU, los industriales comienzan a presupuestar mayores dificultades para exportar sus productos.
Frente a este cuadro, el secretario de Industria alentó a las familias residentes en el país a no tentarse por el consumo de productos provenientes del exterior, sino que se concentren en los nacionales, para asegurar el sostenimiento del ritmo productivo, y con ello del empleo y la inversión.
Fraguío formuló estos conceptos en un encuentro organizado por el Movimiento Empresario, Sindical e Industrial que dirige el diputado Marcelo Fernández. Allí también admitió que es "utópico" pensar que la crisis financiera internacional no va a afectar de algún modo a la Argentina.
La repercusión más directa de la crisis internacional vendrá por el lado de la caída de los precios de las materias primas que exporta el país, en particular la soja, maíz y trigo, pero también los metales y los derivados del petróleo.
Pero no sólo eso, también existe preocupación entre los empresarios de la industria por la fuerte devaluación que sufrieron las monedas del mundo con respecto al dólar, en particular el real de Brasil y el peso chileno, porque amenaza con una avalancha de importaciones de bienes de consumo desde esos países.
Además, en el escenario proyectado de desaceleración de la economía mundial, con epicentro en los EEUU, los industriales comienzan a presupuestar mayores dificultades para exportar sus productos.
Frente a este cuadro, el secretario de Industria alentó a las familias residentes en el país a no tentarse por el consumo de productos provenientes del exterior, sino que se concentren en los nacionales, para asegurar el sostenimiento del ritmo productivo, y con ello del empleo y la inversión.
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